-¿Entonces, por qué no lo evitaste? ¿O por qué cuando volvió no le rechazaste?
-Porque también sabía que llegaría el día en que se pararía a pensar, en que su cabeza se detendría de repente y echara de menos. Sabía que echaría de menos mi poesía, mis arranques, mis ganas de hacer cosas planificadas de antemano y de dar sorpresas que se me acaben de ocurrir, mis palabras dulces en el oído y mis frías manos acoplándose a mi cálida voz. Sabía que lo echaría tanto de menos y tan de repente, que regresaría, esta vez con la intención de quedarse, con la intención de pedir perdón e intentar resucitar ese amor. Lo que él no sabía, y de lo que yo tampoco estaba segura, es de que ese día podía ser ya, demasiado tarde.
4 comentarios:
es hermoso. HERMOSO!
me identifiqué tanto, tanto tanto.
enserio.
Yo pasaré seguido por acá.
m'encanta ;) segueix així :P
no siempre es válido un ''mejor tarde que nunca''.. por desgracia.
Espere que no tardes molt a escriure , tens als admiraors impacients :P un beset i molt bona l'entrada ;)
Publicar un comentario