No sé por qué. Quizá haya sido la discusión de esta noche, o la de ayer. O quizá las ganas de verte que me atraviesan hora tras hora. Quién sabe, quizá sean mis propias dudas de mí misma (y mis
-No te asustes, todo es amor -te diría, arriesgándome a que no me creyeras.
Si te dejo y luego tú me dejas, sería un desastre redundante. Pero sinceramente, creo que ya te he dejado. Más bien, te dejé entrar en mí el primer día que te vi, clavado allí, tan lejos de mí y volviéndome loca. Como si te conociera. ¿Y ahora? ¿Te conozco ahora tras tantas noches de cenas y almohadas? Nunca sé dónde está tu límite y me molesta. Quiero conocer tus coordenadas más profundas, tener un mapa de tu interior y sentir lo que tu sientes. A veces, incluso, desearía que todo tu dolor fuese mío, y sólo mío. Que jamás hubieses llorado a nadie y todas tus lágrimas las hubiese derramado sólo yo. Qué egoísta. Por quererte más que a nada, ya lo ves. Tanto que no sé cómo actuar, todo me confunde. Cuando me hieres quiero desaparecer y quedarme al mismo tiempo. Hace tiempo que no soporto que me duelan, y sin embargo, te comería los labios sin pensármelo dos veces... No puedo evitarlo, me encanta el exceso de ti, sea cual sea. Soy toda tuya.
8 comentarios:
Esa dependencia de alguien que aveces es buena y otras deberia dejarse... dicen que las drogas son malas pero si son drogas de amor no las dejes, pueden hacerte sentir muy bien
Me fué empático, me identifiqué, algo q pocas vces me sucede. Cerró redondo.
Me gusta el estilo d algunos d tus textos cuando son breves, directos, punzantes y con seguridad en el cierre.
Es Agradable encontrar buenos relatos.
Muchas gracias!!!
Publicar un comentario