domingo, 5 de octubre de 2014

Whispers.




En el fondo yo también tenía miedo.
Dudaba.
Pensaba que mis manos eran demasiado delgadas 
para tocar todo tu cuerpo,

Que mi sonrisa no era lo bastante blanca, ni brillante
que mis ojos eran muy pequeños para que te perdieras en ellos
que todas mis inseguridades iban a salir de un momento a otro
o que tú las ibas a oler en medio del perfume.

No me atrevía a hablar, como siempre me pasa
Porque quería decir tantas cosas al mismo tiempo
que todas me parecía inútiles, inservibles, falsas.

No necesitaba hablar. Quería escuchar
Quería ver en tus labios al tiempo perdido
Mirarle bien y susurrarle que debía volver a empezar.
Quería comerme al tiempo, detenerlo para poder tenerte
Solo una noche. Una noche más.

Temía que descubrieras mi locura, toda mi pasión escondida
Que hicieras muchas preguntas sobre mi vida, cosas que no sabría cómo responder
Sin dejarte ver toda mi alma, no quería que la vieras.
Pensaba que te ibas a asustar de que fuera tan diferente al exterior.

Y supongo que al final lo hice. Te espanté.
Ahora tengo un corazón en dos mitades;
No entiendo por qué soy forzada
A presenciar otros amores, floreciendo
Mientras yo me quedo estancada en los finales

No sé que debo hacer con tus miradas
Si existe modo alguno de enterrarlas
Si podría de alguna forma olvidarlas
Quisiera poder gritarme a mí misma
Que es tiempo de hacer lo correcto
Pero ya ni para eso la voz me alcanza.

Desde que no estás aquí solo hay hielo,
Es insoportable el dolor
Las caricias han desaparecido
A veces me atraviesan impulsos
Y no hablemos de echar de menos.

Sigo buscando las respuestas
Y creo que por el camino ya he perdido hasta las preguntas
No me reconozco en el reflejo
Unos días pienso que he vuelto
Y en la noche me descubro imaginándote en mi cama
En mis sábanas
Haciendo todo eso que nunca hicimos
Hablando de las cosas que no fui capaz de decirte
Oyendo una vez más tus gemidos
Corriéndome al escucharte decir "te quiero".


***


"Do you remember how this first begun?
Teeth were white and our skin was young
Eyes as bright as the Spanish sun
We had nothing we could hide

Now my dear we are two golden leaves
Clinging desperately to winter trees
Held up here like a pair of thieves
While the sirens blare outside

What's left to say when every word's been spoken
What's left to see when our eyes won't open
What's left to do when we've lost all hope and
What's left to break when our hearts are broken
But sometimes..."

Golden Leaves - Passenger 











miércoles, 2 de julio de 2014

Instantes.

Toda la verdad,
Estaba escrita en tu piel,
Quise mostrártela,
Abrir las ventanas de tus poros,
Enseñarte cómo amabas,
Probarte tus pecados
Y cerrar los párpados al decir
Que a mí solo me importaban
Tus destrozos y tu sal.

Supe que eras tú cuando tus pupilas lo abarcaron todo, sitiando al temor que llevaba pegado en las costillas, deshaciendo de repente las cadenas de mis pies. La palabra 'libertad' se me grabó en los labios y no pude parar el deseo de mis dedos de encontrarse con tu pelo. La curiosidad espantó la rabia. El cielo gris que tapaba mi visión se hizo añicos en cuestión de segundos y el susurro de una voz jamás escuchada dio a mi respiración un torrente de esperanza, un montón de razones para un corazón que no las tenía. No hubo cabida para los noes ni para el autocontrol y es que tú tenías bonito hasta el nombre: mi amor. Supe que eras tú, y lo supe en un segundo, sin nisiquiera ser consciente de la rapidez con la que había ocurrido. Quizá aquello solo fuera pura atracción, pero después hubieron motivos. ¿Por qué me enamoré de ti? La respuesta no es más que la suma de tus partes que, como un puzzle, encajan y dejan formado algo inesperado y maravilloso. Si examinas las piezas individualmente puede parecer que no tienen sentido o que faltan bastantes, pero no es así. Tu tristeza era pura, no estaba intoxicada por el victimismo barato ni la conveniencia. Tu dolor era justificado. Tu carácter justiciero y pacífico se aunaban perfectamente bajo el disfraz de tus ideas. Tu risa contrastaba con tu facilidad para llorar. Tu simpatía dejaba en tablas a tu odio, que aunque arraigado, desaparecía tan pronto como cobraba fuerza. Ah sí, tu fuerza; el hilo conductor de todas las cosas, lo que no te permitía rendirte, lo que daba un magnetismo especial a tu mirada, ese no sé qué escondido en tus gestos.


Pero, sobretodo, esa forma de respirar en mi cuello que todavía me provoca espasmos de felicidad.








"If I could make days last forever
If words could make wishes come true
I'd save every day like a treasure and then
Again, I would spend them with you

But there never seems to be enough time
To do the things you want to do, once you find them
I've looked around enough to know
That you're the one I want to go through time with

If I had a box just for wishes
And dreams that had never come true
The box would be empty, except for the memory of how they were answered by you" 
(Jim Croce - Time in a Bottle)

viernes, 9 de mayo de 2014

"If you're not ready for love, how can you be ready for life?"

Hoy me duelen los ojos de mirar hacia atrás. 'Si pudiera quererte menos, te querría más' era el lema de mi vida. Me crucé con demasiadas copas rotas, con muchos niños perdidos, envejecidos por la maldad. Me encontré con la lluvia buscando el calor, me llenaron la piel de espinas blancas, me hablaron en silencio unos ojos que nunca me quisieron de verdad. Abracé los miedos de otros, siempre olvidándome de mi humanidad, creyendo que podía salvarles la vida a los demás, mientras la mía se hundía en un mar de angustias y sal. Me enamoré de los pasos huecos en pasillo, de los momentos que nunca viví, del sonido de aquellos gemidos que solo pude escuchar contadas veces. Me estrellé contra mi propia soledad y reinventé un mundo que no existía, donde las historias empezaban y acababan bien y el amor no se esfumaba tan pronto como el vapor. Discutí con mis piernas cuando solo querían salir a buscar lo que ya se había ido hacía tiempo, me aferré a los instantes que yo misma construía, secuencias repetidas en mi cabeza como una película antigua en color sepia. Hice como que los 'te quiero' que había susurrado -y los que no- estaban en otra realidad, demasiado lejos para tocarme, demasiado cerca para quebrarme. A uno de tantos esos niños le hubiese dicho algo como: 'ojalá no te hubieras perdido'; a otro le hubiese dicho que solo con abrir las manos yo veía el mundo. Amé, sí, amé, de maneras que pensaba que no existían porque nunca las había leído en ningún sitio. Amé odiando, ignorando, protegiendo. Quise a kilómetros de años luz y a metros de distancia. Adoré por las noches y al amanecer pensaba un vez más: 'eres lo peor de lo peor'. Busqué sin entender y cuando creí que entendía dejaron de buscarme. Quise, y dije 'recuérdalo siempre'. Luché por que una voz ajena no se quedara grabada en mis oídos ni fuese capaz de distinguir su figura en cualquier parte del mundo, a cualquier hora del día. Perdí. Ellos ganaron, les di oportunidades que no van a regresar y marcaron con fuego sus labios en mi cuello. Todavía ahora ahí están y el espejo me devuelve su visión envuelta en papel de regalo.

Ya decía Marwan que "el pasado es una chica a la que no hay que desvestir"... Si lo haces se abre la caja de Pandora y todo sale a la vez, descontrolado y preciso, dispuesto a clavarte el puñal en el centro del estómago para que esta vez no puedas volver a encerrarlo. Es una lucha continua el vivir, el pelo que nos cae y las arrugas que nos crecen no son más que recordatorios, souvenirs de lo que hemos pasado. Esperamos, siempre esperamos, que algo venga y nos cambie por completo, incluido todo aquello que un día fuimos. No nos damos cuenta de que eso no ocurre de repente, ocurre todos los días. Si miramos el pasado vemos muy poco, pedazos de una vida filtrada, recuerdos borrosos y una mezcla entre lo que fue y lo que quisimos que fuera y nos cegamos ante el presente, convirtiéndolo instantáneamente en pasado, posponiéndolo para crear un futuro, marchitando esperanzas por dentro para no decir eso de 'me ha vuelto a pasar' o arriesgándonos demasiado, hablando más de la cuenta, haciendo huír a los que no entienden y sintiéndonos absurdos y fuera de lugar. No me gusta pensar que somos inútiles nadando en un río que nos arrastra todo el tiempo hacia abajo, pero realmente lo somos y lo único que nos queda es intentar que el viaje no nos mareé demasiado con frustraciones y penas irresueltas e improductivas.  
No se puede vivir de nudos en el estómago, lo mejor es siempre deshacerlos, liberarse, encontrar un equilibrio, dejar que las cosas se disuelvan y cada día sea un día enteramente nuevo, como si las sonrisas que un día entregamos a alguien no se hubiesen ido a parar a un cubo de basura. Como si pudiésemos apretar un botón y renacer,  prepararnos para volver a querer.


"Give me all your love now
'Cause for all we know
We might be dead by tomorrow
I count
Going wasting my time
Adding scars to my heart
'Cause all I hear is
"'I'm not ready now'"
We Might Be Dead by Tomorrow - Soko 

jueves, 27 de marzo de 2014

Vulnus.


Nadie sabe,
Que tras todo lo que ven,
Tras las clavículas marcadas
Y estos ojos tristes,
Se esconde una herida.
No sangra, pero no cura.
A veces
Anestesian el dolor otras personas,
Con su calor, su proximidad o su risa.
A veces
Si me late fuerte el corazón
Parece que ya no está.
Pero ahí sigue, callada, marcada.
Sin motivo de existencia,
Ni diagnóstico real.
No discute ni protesta.
Cuando de repente yo la agrando
Piensa que se hace más fuerte,
Que al final me ganará
Que seré solo una herida andante,
Sin cuerpo, ni mente, ni vida.
Solo dolor y desidia.
Pasado e inercia. 


Foto: Sadrainbow.
 Todo se me presenta ante los ojos como una sucesión de esquemas repetitivos marcados hace mucho. Cuando algo ocurre siempre sigue el mismo patrón; luego el tiempo parece que lo entierra en sus profundidades y sin previo aviso vuelve a surgir, de manera disimulada, pero exactamente con el mismo efecto y las mismas consecuencias. No es la locura la que hace que mi visión sea tan precisa. Los caminos están ya trazados y estamos condenados a repetirlos aunque en el "mientras tanto" pensemos que esta vez hemos tomado la dirección correcta. Absolutamente todo se repite y te deja tirado en la cama con esa sensación de déjà vu pintada en la cara y una pregunta en los labios. Acabaremos igual que vinimos, sumidos en la oscuridad de una caja donde no corre el aire ni tenemos posibilidad de salir sin ayuda. Somos historia antes de empezar a escribirla y no podemos luchar contra nuestros propios vacios de la misma forma que no podemos saltar hacia abajo; la herida, algun dia, nos arrastrará a todos.



"Got up & dressed up,
and went out & got laid,
Then died and got buried
in a coffin in the grave, Man - 
Yet everything is perfect,
Because it is empty,
Because it is perfect
With emptiness,
Because it's not even happening.
Everything is ignorant of its own emptiness,
Anger doesn't like to be reminded of fits"

domingo, 9 de febrero de 2014

Back to reality.

Te habías ido lejos, muy lejos. Casi, casi, a otro país. Yo sentí que vomitaba hasta las entrañas aquel día que amaneció sin ti. No me bastaban las llamadas, el pesar se me acumulaba a la espalda. Aquellas conversaciones no zanjadas, las cosas que nunca te dije, se me quedaban cada vez en la punta de la lengua. No eran más que palabras aterrorizadas de causar huracanes a distancia. Yo pensaba, te pensaba, te inventaba frente a mí hablándome de arte, de política, de justicia. Te imaginaba con tus ojos fijos en mi boca, con tu rostro escondido en mi hombro, con tus dedos en los míos. Me quejaba, aun en silencio, porque me moría de celos y rabia pensando que en aquel lugar también había sol, que el sol se reflejaría en tu piel, y que brillarías, porque siempre lo hacías. Y dime, ¿qué derecho tienen de verte brillar? ¿Por qué ellos pueden y yo debo hundirme en mi cama, cerrando las ventanas para no pensar que cualquier otra persona podría ver el abismo de tus pupilas bajo un cielo estrellado? Los días eran largos suplicios y las noches se tornaban en reflexiones e insomnio; leía a Pasternak y a Dostoievski por turnos para que no me hirieran demasiado adentro sus conflictos. Tú me hablabas, a veces con ilusión, de las cosas que veías y hacías y yo, trataba de alegrarme, de fingir que me alegraba o de decirte, por fin, lo que de verdad sentía. Me debatía entre lo que era lo correcto y lo que me corría por la sangre, pero ¿cómo explicar tantas cosas, tanto susto, tanto frío? Era Junio. Los presentimientos me abrazaban cuando, al fin, mis ojos se cerraban cansados de mirar espacios que no te contenían... y los sueños, bien lo sabes, dejaron de serlo. No pude decirte que me alegraba de que fueras feliz lejos de mí, ni que me moría por pasar otra tarde leyendo a tu lado, ni que habría cambiado Barcelona por escaparme contigo. No pude porque no tuve suficiente voz, porque me quedé afónica cuando subiste al coche sonriéndome y diciéndome adiós con la mano, porque me había acostumbrado a la calidez de tu pelo y a la brisa de la playa en verano y ya no me quedaba nada.

Un día te llamé, no me cogiste la llamada. Volví a llamar, desesperada. Pi-pi-pi. Miré mi móvil: aquella maldita máquina era lo único que me conectaba a ti, ¿qué iba a hacer ahora? Cuando volví a llamar, el móvil estaba apagado. No me lo podía creer. Ya estaba planeando cada palabra mortífera que iba a decirte cuando llamaste al día siguiente diciéndome que estabas abajo, esperándome. Recuerdo que un día te dije "ojalá volvieras antes", y lo hiciste. "No podía estar más sin ti" fue toda la explicación que me hizo falta para olvidarlo todo, quizá demasiado.

 Aquello, en realidad, y todo lo que vino después, era necesario. No se ha de amar sin exponerse al dolor, sin que te abrase y te consuma, porque entonces amarías sin miedo y eso implicaría no tener conciencia de que puedes perderlo todo en un instante. Aquel verano no fue el mejor de nuestra(s) vida(s), pero fue el que le dio sentido a muchas cosas. Yo aprendí a perdonar, algo que había olvidado por completo y que juré no volver a hacer jamás. Tú aprendiste a querer bien, o al menos, a intentarlo. Mi orgullo se apartó un poco y tus muros se diluyeron enteros. A veces las lágrimas no son en vano, y permanecen como surcos en la piel, recordándonos nuestra capacidad de fallar, de temer, de destruir. Pero también nos recuerdan que se puede sonreír llorando.


"I didn't want to be the one to forget
I thought of everything I'd never regret
A little time with you is all that I get
That's all we need because it's all we can take (...)
I wanna take you to that place in the Roche" 
(Instant Crush - Daft Punk ft Julian Casablancas)

domingo, 12 de enero de 2014

مكتوب



Qué rápido se esfuman los sueños, 
si son los nuestros.
Un día empiezo a soñar
y al siguiente ya lo estoy viviendo.
Otro día más y ya se aleja
corriendo calle abajo.
Qué bonito sería vivir para siempre 
perdiéndonos en la judería,
teniendo tan cerca el arte milenario del pasado,
quedándonos anclados en los días
 que no pudimos vivir,
reescribiendo las páginas de un libro
 que a alguien se le olvidó escribir.
Qué bonito sería pasear por el puente romano cada noche,
perderle el miedo a las alturas 
-también a las de tus ojos-,
tirarnos al río sin pensarlo demasiado,
caminar de la Mezquita al Alcázar
 con los ojos cerrados,
quemar el invierno desde una simple habitación.
Qué bonito sería que pudiésemos vivir solo de ciudades,
alimentarnos solo de palabras, comer solo la piel del otro,
hablar únicamente de anocheceres irreales,
 cambiar la rutina en una vuelta de campana,
llegando a alcanzar lo que fuimos incapaces de sentir,
el viento que no llegó a tocarnos,
el agua que no nos caló los huesos,
las guerras que no combatimos,
la vida más allá de la nuestra.

Porque siempre, siempre nos quedará el Sur, cuando perdamos el Norte.

Foto: Sadrainbow.