miércoles, 18 de mayo de 2011

Recuerdos que nunca se borran.

Sobre aquella cama tan lejos de la arena, tan lejos del mar... Sonaba en nuestros oídos el ruido que hace al chocar, la brisa. Mi boca transmitía la brisa marina a lo largo de todo tu cuerpo, soplando en cada rincón. Yo era el mar, que te acariciaba levemente con alguna de sus gotas, un poco de saliva, y de un momento a otro envestía todo tu cuerpo en una oleada firme con la lengua. No había disfraz. Luego el movimiento de mi cuerpo sobre el tuyo, mientras mis manos trazaban granos de arena por tu espalda. La marea subía. Y luego tú. Y tras ello los dos. Apunto de ahogarnos entre nosotros mismos. Una asfixia repetida, simbolizando todo aquello que a diario nos angustia y que dejamos atrás, con aquel momento simple y complicado a la vez en el que todo se borra y el tiempo se detiene, a penas unas milésimas, o quizá algunos segundos


"Mani che incontrano mani, labbra che sfiorano i seni. Sento il respiro più forte e mi accorgo che è qui tutto ciò che vorrei. Lacrime come diamanti...perse tra mille correnti. Spengo la luce, t'accendi. Lo sento, lo senti.. ed è quello che vuoi." (Sugarfree)