jueves, 27 de agosto de 2009

Apareces.


Como cada día al despertar, me siento en el sillón de piel color marfíl y miro por el balcón cómo amanece.. en esos momentos apareces. Te quedas de pie y me acaricias la cara mientras me besas el cuello y me pides: "vuelve a la cama" . Te niego con la cabeza y te pones delante de mí. Tus ojos traviesos recorren mi cuerpo y tu mano helada enciende la mía. Tu sonrisa pícara seduce mis sentidos y apenas puedo respirar. Te acercas. Tus labios vuelven al cuello y siento que floto por encima del propio firmamento. Susurras "te quiero" en mi oido y muerdes mi cuello. Tus colmillos afilados succionan mi yugular y empiezo a marearme. Pero entonces el sol brilla más fuerte y me doy cuenta de que estoy sola. Sentada en el sillón color marfil mirando al cielo sin mirar. Respirando sin respirar. Viva sin vida. Me percato de que una vez más, he vuelto a pensar en ti y en aquellas mañanas. Me repito por enésima vez "mañana será otro día y no pensarás en él" imaginando que esta vez se va a cumplir y que mañana simplemente aceptaré que estoy sola en mi sillón sin nadie a mi alrededor.

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